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EL XX CG DE LOS SIERVOS DE LA CARIDAD: CARISMA, INTERCULTURALIDAD Y PROFECÍA

ESQUEMA DE LA RELACIÓN A LA ASAMBLEA EN ARGENTINA. Mayo, 2019

1). Una exhortación introductoria.
2). Qué temas surgen en modo particular del CG XX
3). En cuáles quiero detener mi atención en esta, nuestra Asamblea:
   a). El tema del testimonio de vida y de la creatividad como religiosos.
   b). El tema de la interculturalidad y de la misionariedad.
   c). El tema del Gobierno en el estilo de la sinodalidad
4). Conclusión.

1). En mi introducción al Documento final del CG XX cité la frase evangélica que de alguna manera caracterizó también a nuestro CG XX y distinguió el trabajo de los 40 padres capitulares que durante tres semanas afrontaron con pasión e inteligencia las diversas temáticas del Orden del díadel mismo Capítulo: "Nadie que beba el vino viejo desea el nuevo, porque dice: el viejo es mejor" (Lucas 5, 39). En otras palabras, me surge la inquietud frente a las conclusiones del CG XX: ¿Cómo podrán beberlo y disfrutarlo aquellos que habituaron su paladar al viejo y están acostumbrados a repetir "el viejo es mejor”, negándose a probar el nuevo? ¿Qué será de este abundante vino nuevo, producido por el paciente y constante trabajo de los obreros capitulares, si los odres en los que lo vierten siguen siendo viejos?
A los fariseos y a los escribas, partidarios de las antiguas tradiciones, Jesús justamente había dicho:"Nadie pone vino nuevo en odres viejos; porque entonces el vino nuevo romperá los odres y se derramará, y los odres se perderán. El vino nuevo debe echarse en odres nuevos" (Lc 5,37-38).
Por eso, fraternalmente, dirijo con insistente bondad a ustedes, queridos cohermanos de esta asamblea, con insistente afecto, la invitación a una sincera conversión personal y comunitaria. Si lo permitimos, será el Espíritu Santo quien nos renovará y moldeará nuestro corazón a partir del generoso y humilde de Jesús. Solo a través de una profunda reforma individual, de mentalidad, de voluntad y afectividad, podrá renovarse también nuestra Congregación en todos sus ámbitos y aspectos, que es el reclamo de cada Capítulo, porque ninguna sociedad puede cambiar si sus miembros siguen siendo siempre los mismos, que no se renuevan por dentro.

2). ¿QUÉ TEMAS SURGEN DEL CG XX?

El CG XX nos ha provisto de una línea directriz que podemos representar en estos términos: hacer avanzar nuestra vida y nuestra misión hacia lo mejor posible.
Para este propósito, era necesario formularse objetivos personales, comunitarios y apostólicos. Y, de hecho, el XX Capítulo general nos presenta objetivos claros y ciertos, mientras indica principios inspiradores y líneas de acción. Se trata de convicciones de las que debemos tomar mayor conciencia, o que hemos de acoger y hacer madurar.

Las convicciones explicitadas en el Documento Capitular nos instan a asumir verdaderos desafíos, que tienen todo el sabor de la reforma.
El Consejo general ha considerado que algunos de estos desafíos se debían tomar muy en serio de inmediato, en diversos niveles y en los ámbitos profundizados por los padres del Vigésimo Capítulo general:
 carisma, consagración, eclesialidad y familia guanelliana;
 fraternidad, interculturalidad y profecía;
 pastoral vocacional, formación inicial, formación permanente;
 misión, gestión de las obras y corresponsabilidad laical;
 gobierno, animación, reorganización de la Congregación y economía.

3). ENTRE ELLOS ¿CUÁLES ME GUSTARÍA DESTACAR PARA USTEDES EN ESTA ASAMBLEA?

a).Testimonio de vida y creatividad. Es el tema más importante que surgió en el Capítulo y diría también que es extremadamente urgente en nuestra Congregación. Demasiadas actitudes descuidadas en nuestra realidad de familia. Hemos asistido en estos últimos 18 años a un terrible abandono de cohermanos de nuestra realidad de Congregación. Diferentes en la búsqueda de nuevas experiencias de pastoral y de misión porque no encontraron dentro de nuestra realidad experiencias significativas de compartir con los pobres, compartir situaciones de marginación como viven nuestros hermanos más probados y necesitados, o porque aún hacemos poco como guanellianos por los últimos. Motivos muy válidos, pero ¿se corresponden siempre con la verdad?¿Son problemáticas que realmente en nuestra familia religiosa están tan desatendidas?¿No puede haber también quizá en juego un protagonismo personal que a la larga se convierte en justificación de mis ideas y consideraciones y me lleva finalmente a ser radical justamente con mi familia religiosa?
Son más dolorosas las de abandono del sacerdocio y de la vida consagrada. Dos preguntas:¿hicieron un buen discernimiento en la etapa de la primera formación? ¿Hicimos de parte nuestra todo lo que era posible para ayudarlos, sostenerlos, acompañarlos? Son ámbitos en los cuales el Capítulo se detuvo a reflexionar y sobre los cuales también, al final, dio indicaciones concretas en las Mociones y Propuestas.
A modo de ejemplo, en referencia al tema de nuestra consagración, los Padres Capitulares sugirieron, en primer lugar, reapropiarnos y hacer conocer a la gente nuestras prioridades en materia de valores:
 la paternidad de Dios Padre, que provee a sus hijos con cuidado amoroso;
 la oración filial;
 la caridad misericordiosa y compasiva de Jesús, Buen Samaritano, en el testimonio y en la defensa, también cultural, del valor sagrado de la persona humana;
 la cercanía y el compartir la vida con los pobres, como expresión de las obras de misericordia;
 la forma de vida caracterizada por:sencillez de trato, afabilidad de las relaciones, sentido de familia, acogida del otro, mayor inclinación a la tolerancia y a la misericordia que a la justicia, espíritu de sacrificio y don de sí (n. 9 DF).

Recupero dos orientaciones significativas y de valores ofrecidos por la Iglesia a la Vida Consagrada al inicio del Tercer Milenio de la Era cristiana. Podrían ser la perspectiva a hacer nuestra en la realidad futura como expresión de novedad para ofrecer a la iglesia y al mundo que nos rodea.
a). "Caminar desde Cristo significa reencontrar el primer amor, el destello inspirador con que se comenzó el seguimiento. Suya es la primacía del amor. El seguimiento es solo la respuesta de amor al amor de Dios. Si «nosotros amamos» es «porque Él nos ha amado primero» (1Jn 4, 10.19). Eso significa reconocer su amor personal con aquel íntimo conocimiento que hacía decir al apóstol Pablo: «Cristo me ha amado y ha dado su vida por mí» (Ga 2, 20). Sólo el conocimiento de ser objeto de un amor infinito puede ayudar a superar toda dificultad personal y del Instituto. Las personas consagradas no podrán ser creativas, capaces de renovar el Instituto y abrir nuevos caminos de pastoral, si no se sienten animadas por este amor. Este amor es el que les hace fuertes y audaces y el que les infunde valor y osadía.” (Juan Pablo II, Caminar desde Cristo, n. 22).
b)."Se recuerda también, que una tarea en el hoy de las comunidades de vida consagrada es la ‘de fomentar la espiritualidad de la comunión, ante todo en su interior y, además, en la comunidad eclesial misma y más allá aún de sus confines, entablando o restableciendo constantemente el diálogo de la caridad, sobre todo allí donde el mundo de hoy está tan desgarrado por el odio étnico o las locuras homicidas’. Una tarea que exige personas espirituales forjadas interiormente por el Dios de la comunión benigna y misericordiosa, y comunidades maduras donde la espiritualidad de comunión es ley de vida." (Juan Pablo II, Caminar desde Cristo, n. 28).

b).Interculturalidad y misionariedad

-Nuestra Congregación es fuertemente intercultural, tanto por el carácter geográfico de sus fronteras abiertas a los cinco continentes como por la diferenciación de edad en la presencia de los cohermanos que constituyen las comunidades locales. No es para nada difícil en nuestras comunidades encontrar a cohermanos que provienen de continentes diversos, pero también de edades, mentalidades, usos y costumbres diferentes. Para la realidad de su provincia, incluso, al estar constituida por tres naciones diversas, ya tiene en su ADN la interculturalidad con sus aspectos positivos y los de mayor dificultad para ser manejados. Don Guanella decía que los hombres hablando se entienden y que, para entenderse con los hombres, ante todo es necesario saberse entender con el Señor (cf. Reglamento de los Siervos de la Caridad 1905, en L. GUANELLA, Escritos para las Congregaciones, vol. IV, p. 1159).
¡La unidad en la diversidad es un gran ideal! Pero, ¿cómo alcanzarlo y expresarlo?
No ciertamente cuando una cultura se quiere imponer en todo a otra, considerada más débil. Ni siquiera cuando la integración cultural se limita a una pura “convivencia” de miembros que viven uno junto al otro, aparentemente “iguales pero separados”, con el evidente riesgo de crear grupos. Tampoco cuando frente al desafío y al compromiso necesarios para lograr una buena integración comunitaria apelamos o nos escondemos tras la coartada de la ‘diversidad cultural’, defendiendo inmadureces personales o rechazando el esfuerzo de vivir la propia vocación con radicalidad.
Así sucede que quien es llamado a insertarse en una nueva Comunidad no sabe 'aculturarse' suficientemente y quien lo debería acoger no sabe comprender y respetar la cultura diversa del nuevo miembro de la Comunidad.
"La interculturalidad, las diferencias de edad y el diverso planteamiento caracterizan cada vez más a los Institutos de vida consagrada. La formación deberá educar al diálogo comunitario en la cordialidad y en la caridad de Cristo, enseñando a acoger las diversidades como riqueza y a integrar los diversos modos de ver y sentir. Así la búsqueda constante de la unidad en la caridad se convertirá en escuela de comunión para las comunidades cristianas y propuesta de fraterna convivencia entre los pueblos." (Juan Pablo II, Caminar desde Cristo, n. 18)