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II ^ CARTA CIRCULAR SOBRE EL CAPÍTULO GENERAL
Reflexión sobre el CARISMA GUANELLIANO

Nuestra identidad se basa en el carisma recibido ...

El carisma sobre el cual se basa nuestra identidad más profunda es el don que el Espíritu Santo hizo a Don Guanella 'para revelar al mundo que Dios provee a sus hijos con solicitud amorosa de padre, infundiendo en él su Espíritu de amor y enviándole a aliviar las miserias humanas'(Const. n. 1)
Este don es transmitido también a nosotros: 'El Espíritu nos hace también a nosotros participes de la gracia y de la inspiración evangélica del Fundador para continuar en la Iglesia su ministerio de la caridad' (Const. 2).
Este don constituye nuestro propio nombre y define el ideal a alcanzar, abarcando todos los aspectos de nuestra existencia.
Por ser un don tenemos que vivirlo y compartirlo con quienes llevan el mismo nuestro nombre: 'Guanelianos'. El crea lazos más fuertes que los de la carne y de la sangre… y debe ser vivido para con los demás, porque no lo hemos recibido para nuestra perfección y para el solo aprovechamiento de la Congregación, sino que ha sido donado a don Guanella para la Iglesia universal y para el mundo. (I Cor 1,7).
El carisma que ha recibido el Guanelliano remarca un aspecto particular de la realidad divina: la paternidad de Dios, para que, iluminado por esta relación personal con Dios encuentre la motivación y la fuerza para dirigirse a nuestro prójimo con la misión de reproducir esta particular imagen de Dios Padre.

Para la aplicación (responder a las preguntas resaltadas en amarillo)
1. El carisma es el nombre con el cual Dios me ha llamado a la vida y me ha dado como camino para conseguir mi felicidad y realizar mi vocación en el mundo.

§§§ ¿Cuán fuerte es en nosotros esta identidad? ...
§§§ ¿Cuáles son, hoy en día, en nuestras comunidades, las señales de debilidad en nuestra identidad carismática y en el sentido de pertenencia?
§§§ Algunas propuestas para reforzar en la Congregación nuestra identidad carismática….

2. El carisma antes de ser el don que nos habilita para nuestro apostolado, es una experiencia interior que debemos nutrir con la oración personal y comunitaria para que nos transformemos cada vez más en hijos del Padre del Padre, en Jesucristo.

§§§ ¿Cómo expresamos nuestra identidad carismática en nuestra espiritualidad y oración?
§§§ Algunas sugerencias para que, a nivel de Congregación, sepamos dar mayor relieve en nuestra vida espiritual al carisma recibido. (En los números 29-37 de las Constituciones se indican algunas prioridades que debemos dar a nuestra espiritualidad para que corresponda mejor al carisma recibido…).

3. El carisma nos confía un preciso ministerio apostólico, fruto de la fuerza del Espíritu, que 'nos hace partícipes del mandato que Jesús recibió del Padre, para anunciar a los pobres la buena noticia de la salvación' (Const. N. 61) ... y en concreto nos envía 'a aquellos hermanos que, en situación de fragilidad y de abandono, como el paralítico del evangelio, gimen e imploran: -Señor, no tengo a nadie -!' (Const n 64..)… especificando en los números siguientes quiénes son nuestros destinatarios privilegiados.
La dimensión apostólica guaneliana se convierte en un elemento importante para evaluar nuestra fidelidad a la inspiración carismática original. Por tanto nuestra reflexión tiene que abarcar el tema de las Obras y actividades con las que nosotros concretizamos el carisma; ellas están sujetas a los cambios que se producen en la sociedad y, por tanto, requieren de actualizadas constantemente y 'aculturadas' con creatividad, pero siempre en fidelidad a la esencia de carisma.

§§§ A partir de la realidad y de la experiencia de la propia comunidad y provincia (o delegación), ¿cuáles reflexiones podemos compartir para que manifestar más claramente el carisma guanelliano en nuestro apostolado caritativo y parroquial?
§§§ Con nuestro apostolado en las Parroquias y en nuestras Casas vivimos y transmitimos nuestro carisma dando a suficiencia ‘Pan y Señor’ … en el justo respeto de las opciones religiosas de cada uno?
§§§ ¿Ayudamos suficientemente a los laicos che comparten nuestras misión para que vivan su trabajo como vocación con espíritu guanelliano? ¿Cuáles han sido la mejores experiencias vividas hasta ahora al respecto?
§§§ Obras tradicionales y ‘nuevas pobrezas…’. Propuestas y perspectivas…

4. El carisma otorga características específicas a nuestras relaciones: bien de cara a nuestros cohermanos como hacia los destinatarios de nuestra misión y, en general, hacia todas las personas con las que realizamos nuestra vocación. El espíritu de familia y el ‘sistema preventivo’ son parte de nuestra herencia carismática. "El carácter, o sea el distintivo de los Siervos de la Caridad, debe ser un espíritu de mucha tolerancia, un espíritu de mente abierta y que se inclina más a la misericordia che a la justicia."

§§§ Algunas sugerencias para mejorar nuestro espíritu de familia dentro de nuestra comunidad…; en relación con la Familia Guaneliana … ; y con los residentes de nuestras Casas….

5. El carisma también en la economía…
El n. 144 de nuestras Constituciones, que introduce el breve capítulo sobre la administración de los bienes, resume los más importantes valores carismáticos que debemos vivir para que con la economía ‘hagamos un poco de bien al prójimo’.
Propongo algunas ideas tomadas del discurso de Papa Francisco en el Simposio organizado por la Congregación de Religiosos sobre el tema de la economía.

§§§ Podemos leer el texto y destacar algunos puntos que consideramos más importantes para que nosotros vivamos más fielmente la economía de acuerdo con nuestro propio espíritu. (Ver Anexo 1)


§§§ Posiblemente dediquen Uds. un poco de tiempo también a ver las modificaciones que se van a proponer a nuestros Reglamentos sobre el tema del carisma…. Sus observaciones pueden ser útiles en el momento en que en el Capítulo general se tendrán que aprobar estas modificaciones…

NB. En nuestra página web en la columna dedicada al XX Capítulo general Uds. pueden encontrar un resumen de las reflexiones realizadas por algunas Comunidades a la Primera Carta Circular del XX CG. Quien no lo haya hecho hasta ahora puede siempre enviar sus contribuciones.

 

ANEXO N. 1

En la fidelidad al carisma, repensar la economía
Mensaje del Santo Padre en el segundo Simposio internacional sobre la economía, 26.11.2016
Carisma
Los carismas en la Iglesia no son algo estático y rígido, no son «piezas de museo». Son más bien ríos de agua viva (cf. Jn 7, 37-39) que corren por el terreno de la historia para regarla y hacer germinar las semillas del bien. A veces, a causa de una cierta nostalgia estéril, podemos sentir la tentación de la «arqueología carismática». ¡No suceda que cedamos a esta tentación! El carisma es siempre una realidad viva y como tal está llamada a dar sus frutos, como nos enseña la parábola de las monedas de oro que el rey entrega a sus siervos (cf. Lc 19.11 a 26), para crecer en fidelidad creativa, como nos recuerda constantemente la Iglesia (cf. Juan Pablo II, Exh. Apost. Vita consecrata, 37). …
Hablar de carisma significa hablar de don, de gratuidad y de gracia; …Sé que a muchos de los que trabajan en el campo económico estas palabras les parecen irrelevantes, como si hubiera que relegarlas a la esfera privada y religiosa. En cambio, es de conocimiento común a estas alturas, incluso entre los economistas, que una sociedad sin charis no puede funcionar bien y termina deshumanizándose.
Como personas consagradas estamos llamadas a convertirnos en profecía a partir de nuestra vida animada por la charis, por la lógica del don, de la gratuidad; estamos llamados a crear fraternidad, comunión, solidaridad con los pobres y necesitados. Como recordaba el Papa Benedicto XVI, si queremos ser verdaderamente humanos, debemos "dar espacio al principio de gratuidad como expresión de fraternidad" (Enc. Caritas in veritate, 34).
Pero la lógica evangélica del don pide ser acompañado por una actitud interior de apertura a la realidad y a la escucha de Dios que nos habla en ella. Debemos preguntarnos si estamos dispuestos a "ensuciarnos las manos", trabajando en la historia de hoy; si nuestros ojos pueden discernir los signos del Reino de Dios en los pliegues de eventos sin duda complejos y contradictorios, pero que Dios quiere bendecir y salvar; si realmente somos compañeros de viaje de los hombres y mujeres de nuestro tiempo, sobre todo de tantos que yacen heridos a lo largo de nuestros caminos, ….
Fidelidad
Ser fieles significa preguntarse lo que hoy, en esta situación, el Señor nos pide que seamos y hagamos. Ser fiel nos compromete en una trabajo asiduo de discernimiento para que las obras, coherentes con el carisma, sigan siendo medios eficaces para que llegue a muchos la ternura de Dios. Las obras propias, de las que se ocupa este simposio, no son sólo un medio para asegurar la sostenibilidad del propio instituto, sino que pertenecen a la fecundidad del carisma. Esto implica preguntarse si nuestras obras manifiestan o no el carisma que hemos profesado, si cumplen o no la misión que nos fue confiada por la Iglesia. El criterio principal de valoración de las obras no es su rentabilidad, sino si se corresponden con el carisma y la misión que el Instituto está llamado a realizar. Ser fieles al carisma a menudo requiere un acto de valentía: no se trata de vender todo o de ceder todas las obras, sino de discernir seriamente, manteniendo los ojos bien fijos en Cristo, los oídos atentos a su Palabra y a la voz de los pobres. De esta manera, nuestras obras pueden, al mismo tiempo, ser fructíferas para la trayectoria del instituto y expresar la predilección de Dios por los pobres.
Repensar la economía
Todo esto implica repensar la economía, a través de una lectura atenta de la Palabra de Dios y de la historia. Escuchar el susurro de Dios y el grito de los pobres, los pobres de todos los tiempos y los nuevos pobres; entender lo que el Señor pide hoy y, después de haberlo entendido, actuar, con esa confianza valiente en la providencia del Padre (cf. Mt 6,19ss) que tuvieron nuestros fundadores y fundadoras.
En algunos casos, el discernimiento podrá sugerir mantener en vida una obra viva que produce pérdidas - teniendo cuidado de que no se generen por la incapacidad o la incompetencia— sino que devuelva la dignidad a personas víctimas del descarte, débiles y frágiles; a los recién nacidos, los pobres, los enfermos ancianos, los discapacitados graves. Es cierto que hay problemas que se derivan de la avanzada edad de muchas personas consagradas y de la complejidad de la gestión de algunas obras, pero la disponibilidad a Dios nos hará encontrar soluciones.
Puede ser que el discernimiento sugiera que hay que replantearse una obra, que tal vez se ha vuelto demasiado grande y compleja, pero se pueden encontrar entonces formas de colaboración con otros institutos o tal vez transformar la misma obra de forma que continúe, aunque con otras modalidades, como obra de la Iglesia. También por eso es importante la comunicación y la colaboración dentro de los institutos, con los demás institutos y con la Iglesia local. Dentro de los institutos, las diversas provincias no pueden concebirse de forma auto-referencial, como si cada una viviera para sí misma, ni tampoco los gobiernos generales pueden ignorar las diferentes peculiaridades.
La lógica del individualismo también puede afectar a nuestras comunidades. La tensión entre la realidad local y general que existe a nivel de inculturación del carisma, también existe en el ámbito económico, pero no debe dar miedo, hay que vivirla y enfrentarla. Es necesario hacer crecer la comunión entre los diferentes institutos; y también conocer bien los instrumentos legislativos, judiciales y económicos que permiten hoy hacer red, encontrar nuevas respuestas, aunar las fuerzas, la profesionalidad y las capacidades de los institutos al servicio del Reino y de la humanidad. También es muy importante hablar con la Iglesia local, de modo que, siempre que sea posible, los bienes eclesiásticos sigan siendo bienes de la Iglesia.
Repensar la economía quiere expresar el discernimiento que, en este contexto, apunta a la dirección, los propósitos, el significado y las implicaciones sociales y eclesiales de las opciones económicas de los institutos de vida consagrada. Discernimiento que comienza a partir de la evaluación de las posibilidades económicas derivadas de los recursos financieros y personales; que hace uso del trabajo de especialistas para el uso de herramientas que permiten una gestión sensata y un control de la gestión sin improvisaciones; que opera respetando las leyes y está al servicio de la ecología integral. Un discernimiento que, sobre todo, se define a contracorriente porque utiliza el dinero y no está al servicio del dinero por ningún motivo, incluso el más justo y santo. En este caso, sería el estiércol del diablo, como decían los Santos Padres….
Tenemos que empezar desde las pequeñas decisiones diarias. Cada uno está llamado a hacer su parte, a utilizar los bienes para tomar decisiones solidarias, a tener cuidado de la creación, a medirse con la pobreza de las familias que viven al lado. Se trata de adquirir un habitus, un estilo en el signo de la justicia y del compartir, haciendo el esfuerzo -porque a menudo sería más cómodo lo contrario- de tomar decisiones de honestidad, sabiendo que es sencillamente lo que teníamos que hacer (cf. Lc 17,10)...

ANEXO N. 2
Propuestas de integración a nuestro Reglamento, sobre la cuestión de carisma.
El Capítulo general será llamado a aprobar los cambios que la Comisión, constituida para este fin, ha preparado. En general se trata de textos tomados desde los últimos Capítulos generales en forma de mociones, que la Comisión propone de añadir en los Reglamentos generales.
Puede ser útil, en la reflexión que estamos haciendo sobre el carisma, tener en cuenta estas propuestas y a partir de ellas añadir nuestras reflexiones.
Nota: El texto de color rojo corresponde a las modificaciones que se proponen incluir en el Reglamento
El texto negro normal corresponde al texto ya presente en la normativa vigente.

Profundización y formación en el carisma

6.1 Es tarea específica del gobierno general animar en la continua profundización del carisma guaneliano promoviendo su estudio, también con la participación de expertos. Se enriquezca este estudio por medio de la participación de toda la familia guaneliana.
Las provincias, en colaboración con el centro de estudios de Roma, difundan documentación y estudios sobre el fundador con traducciones en las lenguas interesadas.
Los superiores locales se preocupen para que se conserven en el propio archivo y envíen a la secretaría general y al centro de estudios todas las publicaciones y documentación inherente a la casa y recojan estudios y contribuciones de las varias áreas culturales en las que trabajamos.
Los cohermanos se comprometan personalmente para expresar la única misión guaneliana de modo inteligible en la sociedad y cultura a la que pertenecen.

6.2. El consejo general, promueva con iniciativas oportunas el estudio sistemático del carisma guaneliano.
Los superiores de provincia, vice provincia y delegación procuren:
potenciar o crear centros de estudios provinciales o de delegación para promover la inculturación del carisma;
realizar la traducción en la lengua local de los textos más importantes del Fundador y de los documentos de la Congregación apoyando su divulgación y profundización;
Sostener a los Guanelianos cooperadores y al movimiento laical guaneliano para que tomen conciencia del carisma recibido;
Individuar y preparar animadores laicos como formadores del carisma.

Dimensión profética del carisma

6,3. Las comunidades locales, a través del testimonio de su servicio y la animación de la caridad en el territorio y su participación activa en los organismos de comunión de la Iglesia local, susciten el aprecio por el valor profético de nuestra misión como provocación al compromiso de toda la sociedad al servicio de los hermanos necesitados.

36. El consejo general, en colaboración con las Hijas de Santa María de la Providencia y los Cooperadores guanelianos, promueva el estudio de los elementos fundamentales de la espiritualidad apostólica guaneliana y los componentes típicos de la oración guaneliana y ofrezca a los cohermanos y a los laicos guanelianos itinerarios específicos de formación para que se viva.
Según la oportunidad, recúrrase a las oraciones propias de la tradición guaneliana, como el Vía Crucis y la pequeña corona de la Providencia, la oración a San José por los agonizantes y por las vocaciones.
Se dé especial relieve a la oración a San Luis Guanella.

43.1 Cada comunidad verifique la relevancia profética y evangelizadora de la propia consagración y los modos concretos para expresar la propia vivencia de los votos.
Promueva, en diálogo con los superiores mayores, expresiones significativas de radicalidad evangélica (pobres con los pobres) allá donde el grito de los últimos es más fuerte y donde nuestra respuesta de solidaridad puede manifestarse con más generosidad, valentía y eficacia.
43.2 La respuesta coherente y fiel a la propia vocación de consagrados guanelianos es responsabilidad primaria de cada cohermano.
Los superiores, en los distintos niveles, ayuden para que sea visible el testimonio personal y comunitario mostrando la ejemplaridad de la vida de nuestros santos y de los cohermanos más generosos de nuestra familia religiosa y, si fuese necesario, intervengan con claridad y determinación a la hora de:
corregir abusos en el uso de los medios de comunicación social y los vehículos;
prevenir y modificar tendencias a ausentarse con frecuencia de la comunidad y de las propias responsabilidades apostólicas para responder a las necesidades de la familia o a decisiones personales:
impedir actitudes y estilos de vida en clara contradicción con nuestra identidad pública de hombres de Dios y siervos de los pobres.

57. En consonancia con nuestro peculiar espíritu de familia, los Siervos de la Caridad se presten con generosidad a aquellos trabajos y servicios de la casa, según las posibilidades de cada uno y las cualidades y habilidades personales, que procurarán desarrollar, sobre todo, en el período de la formación inicial. En las reuniones de comunidad se evalúe periódicamente la vivencia de la pobreza y la gestión económica de la comunidad.

84.1 El Siervo de la Caridad viva entre los pobres como hombre de Dios, que actúa en nombre de la Iglesia con las características evangélicas de la sencillez y de la humildad del siervo y del hermano que, mientras se da, sabe que recibe con gratitud
Cada uno, a través del testimonio de su decisión vocacional, motive y oriente al espíritu guaneliano a aquellos con los que trabaja y los sostenga moralmente de modo que sea visible la calidad guaneliana del servicio hecho.

Promover la vida

84.2 En virtud de nuestro carisma estamos llamados a derribar los muros de la indiferencia levantados por el egoísmo y a difundir el sentido de la gratuidad que abre el corazón a la acogida y a la defensa de la dignidad de cada persona humana como hijo de Dios, haciendo que la persona esté en el centro de cada proyecto y decisión de la sociedad.

8.5. En colaboración con otras agencias o centros educativos y sociales del territorio promovemos un dialogo crítico y constructivo con los entes públicos, haciendo así más incisiva y eficaz nuestra intervención sobre las políticas sociales.

91.1 La parroquia guaneliana asuma el estilo del Buen Samaritano con las características que siguen:
a) acentúe en la organización de toda la pastoral la dimensión de la caridad que deberá permear toda expresión litúrgica, catequética y operativa;
b) estudie y ponga en acto programas pastorales que prioricen la atención a los pobres; suscite y sostenga a los grupos, movimientos y asociaciones que se pongan a su servicio, invitándoles a que lo hagan con espíritu guaneliano;
c) cuide especialmente la defensa de la vida y la solidaridad, favoreciendo experiencias y micro-servicios en favor de las nuevas pobrezas;
d) en el respeto de la libertad y de los dones de cada uno, transmita el espíritu y carisma guanelianos a sus fieles.

La comunidad religiosa “núcleo animador”

107.2. Las comunidades religiosas y los cohermanos, según sus roles y funciones, asuman el compromiso de la animación como tarea primaria y responsabilidad directa y la ejerzan sobre todo tratando de:
a) testimoniar y garantizar el espíritu guaneliano por medio de una presencia significativa entre los pobres;
b) animar la fe y la vida espiritual de la comunidad educativo-pastoral;
c) garantizar una gestión según el carisma y el estilo guaneliano;
d) favorecer la unidad y un ambiente de comunión;
e) formar al carisma, a la misión y al estilo guaneliano del servicio;
f) asegurar una presencia significativa en el territorio y en la Iglesia local”. (XVII-XVIIICG)

ACTIVIDADES y OBRAS

108. Es un derecho y un deber del Instituto iniciar y continuar obras y actividades aptas para desarrollar la naturaleza y finalidad de la Congregación.
A la hora de discernir la validez de una obra se tengan presentes los siguientes criterios:
la llamada de la Providencia;
que la obra llegue de verdad a los pobres;
la significatividad del testimonio de nuestro carisma;
la posibilidad de disponer de personal suficiente para mantenerla en vida y la esperanza de vocaciones:
la presencia en zonas donde el carisma es poco o nada conocido;
la sostenibilidad económica a conseguir en un tiempo razonable.
No se tenga miedo de dejar una obra que no responde a estos criterios de validez, dejándonos guiar por los signos de los tiempos.

108.1. Allá donde existan necesidades urgentes se tenga la valentía de ………. ensanchar la tienda de la caridad con formas nuevas para responder a las necesidades de los pobres, con sencillez y agilidad. Se favorezcan estructuras simples, adecuadas a los tiempos de modo que sea más transparente la caridad de persona, expresado mejor el estilo de familia y favorecida la implicación de los laicos.
Allá donde existen estructuras ya consolidadas, la comunidad religiosa se abra también a ofrecer algún servicio de emergencia, poniendo en práctica aquello que don Guanella llamaba “a la caridad”.
En la imposibilidad de dar respuestas directas, se estimule y se sostenga la iniciativa de los laicos. C 72

153,2. Se esté atento para ofrecer a los formadores que viven en realidades lejanas de los lugares de origen de la congregación …….. una profundización en del carisma y la espiritualidad guaneliana, favoreciendo también experiencias en los lugares guanelianos.

306. El Centro de estudios guanelianos tiene como finalidad la de promocionar los estudios sobre la vida, escritos y obras del Fundador y sobre la tradición guaneliana. Se propone, además, profundizar en el conocimiento del espíritu y carisma de don Guanella, como garantía para guardar con creciente fidelidad nuestra identidad religiosa en la misión universal de la Iglesia.
Está bajo la responsabilidad conjunta de los consejos generales de las dos congregaciones religiosas, según las normas del propio estatuto.
Cuida de la colaboración con los centros de estudios guanelianos de las Provincias, favoreciendo su difusión, la profundización y la inculturación del carisma en las naciones en las que estamos presentes.