CUARTA CARTA CIRCULAR: LA PROFECIA

Queridos cohermanos,

Concluidas las fiestas navideñas y terminados todos los Capítulos provinciales retomamos nuestro camino de reflexión en preparación al Capítulo general.
Respecto a los temas elegidos para el Capítulo nos queda profundizar acerca de la profecía de nuestra vida religiosa guanelliana. Confío que también que para este tema tan importante seguirán ofreciendo su contribución en la reflexión y en las propuestas que el Consejo general está utilizando para preparar el Istrumentum Laboris del Capítulo.
Les agradeceremos se pueden enviarnos para la mitad de febrero las respuestas a las preguntas que hemos realizado sobre el tema que nos ofrecerá la posibilidad de preparar y de enviar con tiempo a todos los cohermanos al menos el esquema del Istrumentum Laboris.
Ciertamente que sobre el tema de la profecía de la vida religiosa tuvieron la posibilidad de leer distintos subsidios, particularmente para la ocasión del Año de la Vida Consagrada. Recuerdo las intervenciones de Papa Francisco y las tres cartas de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada: “Alegraos” “Escrutad” y “Contemplad”.

Como estímulo para su reflexión les propongo otros dos textos:
- La Vita Consacrata: profezia di Dio sul mondo, di P. Luigi Gaetani, Presidente della CISM italiana.
- Una profezia feconda ad intra, del Ministro generale dei Frati minori, che potrete leggere nelle varie lingue facendo questi passi: - Andare su Sito Vidimus Dominum – Elijan el idioma (in alto a destra) – En la ventana a la derecha ir a Documentos y USG – Elegir el texto.
Los Cohermanos y las comundiades siéntanse libres de poder utilizar otros contribuciones para la propia reflexión.
Lo que les pedimos de forma particular a todos es la respuesta al cuestionario presente en el texto que les presentamos

Reflexión sobre el tema de la Profecía
Retomo lo que les decía en la primera carta circular en la que presentaba los temas de nuestro XXCG respecto a la profecía: “queremos recibir con entusiasmo la invitación de Papa Francisco que señala a la vida religiosa la profecía como elemento significativo para nuestra identificación en la Iglesia. Identificación que debe basarse en nuestro ser consagrado que viven el Evangelio como imitadores de San Luis Guanella”.
Entonces nos tenemos que preguntar cuales son los pasos que tenemos que realizar ara que en nuestra fidelidad al carisma, sepamos decir ‘palabras nuevas’ de parte de Dios a este mundo en cambio continuo.
Ciertamente que es ya profético lo que hacemos para los pobres en el conducir nuestras Obras y con la dedicación en la cotidianidad de nuestra vida con los pobres y en nuestro apostolado. Pero a lo mejor no es suficiente ser reconocidos por la eficacia de nuestros servicios sociales o por nuestra dinamicidad personal en el apostolado, sino que tenemos que hacer más visible lo que más nos caracteriza y que puede atraer a otros para que reciban la vocación guanelliana.
La Iglesia hoy, sobre todo a través del magisterio de Papa Francisco nos invita a distinguir en la PROFECIA la contribución específica que la vida consagrada debe aportar a la vida y a la misión de la Iglesia: “un religioso no debe nunca renunciar a la profecía”.
Con mucha fuerza en la carta a los consagrados Papa Francisco nos sacude: “ Espero por tanto… que sepan crear “otros lugares”, donde se viva la lógica evangélica de la donación, de la fraternidad, de la acogida a la diversidad, del amor recíproco. Todos aquellos lugares que la caridad y la creatividad carismática han visto nacer deben transformarse siempre más en la levadura para una sociedad inspirada en el Evangelio…”.
En nuestro Capítulo estamos llamados a preguntarnos de que forma ser profecía y en que ámbitos prioritarios insistir para responder a lo que se nos pide.

CUESTIONARIO en preparación al XXCG

1. Ser profecía con el testimonio de nuestra vida de consagrados…
La profecía nos invita a justificar y hace mayormente visible nuestra identidad no a partir de la funcionalidad y por las actividades que realizamos sino en el manantial del cual obtenemos nuestro compromiso apostólico y caritativo.
- ¿Qué sugerencias concretas queremos proponer para reforzar nuestra elección fundamental de vida para poder suscitar vocaciones para la vida consagrada?
- ¿De qué forma realizar nuestro servicio apostólico para que sea más equilibrado con el compromiso necesario para nuestro crecimiento espiritual y para proteger la espiritualidad en nuestro apostolado?
- ¿Cuáles son las formas más comunes de mundanidad que penetraron en nuestra vida personal y comunitaria que nos impiden ser verdaderos testigos de la presencia de Dios en nuestra vida? ¿Cómo enfrentar estas dificultades?
- ¿Quizás hemos abandonado demasiado también los medios ascéticos cristianos en nuestra vida personal y comunitaria?

2. Ser profetas en la Iglesia local…
- ¿Qué aporte específico estamos dando o podemos dar en la Iglesia local con nuestra presencia de religiosos guanellianos, ya sea por parte de quien está comprometido en la pastoral parroquial como de quien trabaja en nuestras instituciones caritativas?
- ¿Cuáles son las diferencias más significantes que la gente debería percibir para comprender mejor nuestra identidad de religiosos guanellianos?
- ¿Cómo hacer para que nuestro servicio pastoral y caritativo tenga un respiro misionero abierto al mundo entero?

3. Ser profecía en la sociedad en la que estamos insertos
Hoy predomina el valor económico sobre los valores de la donación y de la gratuidad y también nuestros servicios caritativos pueden correr el peligro de seguir la mentalidad empresarial y poner en segundo lugar la lógica del carisma.
- ¿Qué sugerencias reales podemos dar para recuperar más la gratuidad en nuestras obras de caridad?
- Para que nuestras Obras puedan ser proféticas en nuestra sociedad es necesario que sean suficientemente compartidas con nuestros trabajadores laicos la identidad carismática de nuestro apostolado. ¿Cómo podemos mejorar este aspecto y de esta forma evitar que nuestras actividades se reduzcan a una simple prestación de servicio social?
- Como herencia carismática recibimos del Fundador el compromiso específica de la pastoral para los moribundos con la Pía Unión del Tránsito de San José. ¿De qué forma podemos dar mayor vivacidad a este apostolado tan profético para nuestra sociedad actual?

4. Ser profetas con nuestro Proyecto Educativo
En varias ocasiones hemos resaltado la bondad y la actualidad de nuestro Proyecto Educativo basado en el método preventivo, con el compromiso de dar suficientemente ‘Pan y Señor’ y promover una educación integral de la persona, con especial atención al aspecto espiritual y religioso de la persona.
- ¿Qué deberíamos hacer para subrayar y renovar esta opción educativa?
- ¿En qué aspectos nuestro Proyecto educativo podría ser ‘profecía’ en la cultura en la cual trabajamos?

5. Ser profetas con nuestra vida fraterna
“Los religiosos están llamados a ser ‘expertos en comunión’. Espero por consiguiente que la espiritualidad de la comunión, indicada por San Juan Pablo II, se haga realidad y que ustedes estén en primera línea en acoger el primer desafío en este nuevo milenio: hacer de la Iglesia la casa y la escuela de comunión” (Papa Francisco).
Las dificultades en el vivir la vida fraterna se señalan como uno de los principales problemas de nuestras comunidades. Tenemos que considerarlo por tanto como un desafío actual también para nosotros. Hemos ya dado y recogido nuestras reflexiones en el tratar el tema de la interculturalidad, querríamos ayudar a los cohermanos capitulares a formular líneas concretas de acción para reforzar este compromiso fundamental para la vida religiosa.
- ¿Qué ayudas recíprocas entre los cohermanos y por parte de los Superiores nos pueden ayudar más aún para vivir nuestra vida fraterna?
- Normalmente nuestras comunidades no están compuestas por muchos miembros y hasta con muchos compromisos apostólicos diferentes. ¿Cómo hacer para que esta realidad no disminuya nuestro espíritu de comunión?

6. Ser profecía en la administración economía
Desafortunadamente la economía, siendo un aspecto particularmente globalizado y transversal en la sociedad de hoy, se sobrepone y condiciona todas las dimensiones de la vida humana. La dinámica de mercado basado sobre la competencia hace que todo, incluso las relaciones humanas se evalúen en base a los valores come la eficiencia y la productividad.
Papa Francisco, en la exhortación apostólica Evangelii Gaudium y en la Encíclica Laudato sii, nos lleva a considerar otro tipo de economía y de organización. Según su parecer hoy tenemos que prodigarnos para promover una ‘economía de la inclusión’ comenzando por las mismas raíces humanas. Hoy las “obras” y las actividades que realizamos deben ser proféticas también en el ámbito de la economía y de la transparencia para saber hacer visible en la práctica los valores evangélicos de la sobriedad y del compartir, y las enseñanzas de la doctrina social de la Iglesia acerca de la comunión y el destino universal de los bienes de la tierra.
- Además de la profecía de la pobreza personal, ¿cómo podemos hacer más visible nuestra pobreza comunitaria? – ¡El fundador nos pide ser pobres de congregación más pobre aún!
- ¿De qué forma podemos vivir más nuestro abandono a la Providencia?
- ¿La organización de nuestras Obras y de nuestros servicios transparentan suficientemente nuestro carisma? ¿Algo por sugerir al respecto?

Conclusión:

Dejo abierto este tema para la reflexión de ustedes, para que cada uno personalmente y en cada comunidad se pregunten y profundicen la reflexión y tomen conciencia del compromiso que en el próximo Capítulo general queremos reafirmar e impulsar con creatividad nuestra fidelidad al carisma guanelliano.

Roma, 10 de enero de 2018

P. Alfonso