Caro don Giuseppe,
Ci eravamo appena incontrati nella visita fraterna alla comunità di Barza d’Ispra e anche in quella visita mi hai ancora una volta edificato, come sempre. Stringendomi la mano mi hai ripetuto più volte: Mi chiama! Mi chiama! E alla mia domanda chi ti chiamava, tu mi hai risposto: il Signore!
Nulla Osta Vaticano per iniziare il processo di Beatificazione di Fr. Vaccari
9 ottobre 2021/ 50° morte Fratel Giovanni Vaccari – Omelia a Palencia
“Y vosotros, buenos siervos de la caridad, que durante años y todos los días habéis ayudado con fe a los pobres, poseeréis el Reino que el Señor en su bondad os ha preparado desde la creación del mundo” (DLG, R. 1910).
Queridos Hermanos, hermanas y amigos, esta tarde vivimos exactamente esta profecía-deseo del P. Luis Guanella. Estamos aquí juntos en esta iglesia de Santa Marina, para agradecer al Señor porque todo lo previsto por San Luis Guanella se ha realizado perfecta y concretamente en la vida del Hermano Juan Vaccari.
Hoy es el quincuagésimo aniversario de su trágica y dolorosa muerte, pero ciertamente esta no es la razón que nos une esta tarde, estamos aquí en cambio para dar fe como iglesia y como congregación guanelliana de que este Hermano nuestro ha vivido una vida significativa y heroica. Nos dejó un ejemplo iluminado como herencia espiritual, que nos anima a no contentarnos con las metas que ya hemos alcanzado en nuestra vida personal ya sea en relación con Dios como en el servicio a los demás, sino que debemos hacer más y mejor a partir de ahora. El Hermano Juan no es el hombre y el religioso que se conformaba con la mediocridad, que realizó su vida haciendo apenas lo que podía hacer y nada más. ¡No! El Hermano Juan es el hombre que más que nada se atrevió a hacer lo mejor para sí mismo y trató de compartir el mismo principio con los demás. ¡A Dios le debemos todo y lo mejor posible!
Seguramente que el Hermano Juan en su vida ha dado especial importancia a la palabra de Dios que hemos escuchado en esta liturgia del décimo octavo domingo del Tiempo ordinario. De hecho, esta Palabra describe la vida misma del Hermano Juan: su búsqueda, su elección, su perseverancia, su tenacidad, su misión en todos los lugares donde la obediencia lo ha enviado. ¿Qué era lo que más le importaba al Hermano Juan? El Salmo nos ha dado la respuesta: El Hermano Juan estaba interesado en primer lugar en que Dios lo colmara todos los días con su amor. Su gozo se evidenciaba en el servir por amor, en el comunicar lo que el mismo Dios le había dado.
El Evangelio que hemos escuchado, puede ser en verdad, la historia del Hermano Juan: buscar con perseverancia lo que más quiere Dios de mí. No te límites al mínimo; aunque ya hice un intento que me salió mal, tengo que hacer todo lo que pueda, Dios tiene que hacerme entender si me quiere o no como sacerdote suyo.
Le dijeron, cuando decidió regresar a casa del seminario, Juan, pero ¿y si luego te extravías?
? Es decir, ¿si al volver a casa la idea de Dios se vuelve más insignificante en tu vida, hasta que desaparece? La respuesta de Juan fue rápida: ¡entonces me quedo! No puedo sacrificar a Dios por mis deseos y planes. ¡Solo tengo que hacer lo que Dios quiere de mí!
¡Aquí está su santidad! Dios primero y nada ni nadie debe competir con ÉL.
El joven rico del Evangelio no fue capaz de este radicalismo del amor: por miedo a empobrecerse, dejó a Dios, dejó de escuchar una llamada que sin duda le habría colmado hasta la santidad. El Hermano Juan, por otro lado, dijo que sí, estoy aquí, me quedo contigo, ¡mi Señor! Y hoy, tan pronto como la Santa Sede nos dé el visto bueno, comenzará el proceso de su beatificación. ¡Qué gracia! ¡Qué regalo nos ha dado Dios en el Hermano Juan!
Normalmente todos somos capaces de aplaudir a los que han triunfado en la vida, lo han hecho bien, se han comprometido, pero en el camino de santidad propuesto por la iglesia no basta con reconocer que otros lo han hecho bien, han sido grandes, han alcanzado la perfección. La Iglesia nos invita a imitarlos, a seguir su ejemplo y el ejemplo del Hermano Juan para nosotros hoy; y a decir, junto con san Agustín: si lo ha logrado, ha hecho todo el bien que le reconocemos: ¿por qué yo no puedo hacer eso también?
Entonces nos preguntamos: ¿qué herencia espiritual nos dejó el Hermano Juan? Nosotros que lo conocimos, lo estimamos, lo amamos y ahora queremos venerarlo, ¿qué podemos aprender de él y como casi nuestra su herencia espiritual?
Me parece que podemos destacar tres compromisos:
1). Anteponer siempre la oración. Anteponer la oración a cada acción que realizamos. Es un aspecto y valor que aparece en todos los testimonios que tenemos de él. ¡Era un hombre de oración! Uno de nuestros antiguos alumnos que lo conoció dio este testimonio: “He acompañado al Hermano Juan varias veces en sus visitas a las familias de los estudiantes. Al entrar en las casas se quitaba el sombrero, saludaba cortésmente y comenzaba a recitar con gran devoción un Ave María, una invocación al Sagrado Corazón y a San José; luego empezaba a hablar del Señor, de Nuestra Señora, de San José y de nuestra Obra de tal manera que grandes y pequeños colgaban de sus labios, entusiasmados y emocionados”. Aquí con nosotros hay algunos cohermanos que son fruto de su cuidado pastoral de oración y de estímulo en las cosas de Dios.
2) Su humildad y la alegría de vivir. Un amigo misionero le había hecho un elogio particular: "La cocina es el altar de tu Misa, las ollas son tus vasos sagrados: la Providencia está presente en todo" Estas palabras tenían la intención de consolarlo en sus fracasados intentos de convertirse en sacerdote y creaban armonía, serenidad, aceptación de la voluntad de Dios y de los Superiores que le habían dicho: tu serás el cocinero de la comunidad (y lo será durante dieciséis años en Barza). Hay un testimonio luminoso del cardenal Ferdinando Antonelli, entonces secretario de la Congregación de los Santos: “Conocí al Hermano Juan hacia el mil novecientos cincuenta, con el Cardenal Micara, a quien prestaba servicios domésticos. Su actitud humilde pero digna me llamó la atención desde el principio, y pronto me di cuenta de que bajo una gran sencillez el Hermano Juan escondía una riqueza interior poco común. Era un religioso profundamente convencido y feliz de su elección, un hombre de fe y piedad; era humilde y paciente, tenía un gran espíritu de sacrificio; en particular tuvo el verdadero espíritu de Don Guanella, una caridad trabajadora, que no se pierde en palabras, sino que paga en persona"
3). Devoción a la Santísima Virgen María. Su breve testamento espiritual es íntegralmente mariano: “Te amo, oh María, y quiero hacerte amar a toda costa”. “Madre mía, mi confianza, cuídame, me abandono en ti, estoy seguro de ti”. Oh, Virgen Inmaculada: ¿cuándo, me libraré de este cuerpo de muerte e iré a verte al Cielo? " (1 noviembre 1955).
Y en Lourdes, el año anterior a su muerte en el año mil novecientos setenta escribió: “Todo está en tus manos y yo he puesto a todos en tu corazón. ¿Será la última vez? ¿Cuándo te veré en el cielo?”.
En Monteggia, una aldea de Ispra, en el norte de Italia, aislada en el bosque, en los meses de mayo y octubre, frente a la capilla dedicada a la Virgen, que él construyó, rezaba el Santo Rosario con la gente. Lo llamaron el "coadjutor de Monteggia" que "hablaba mejor que un sacerdote", sobre todo cuando hablaba de la Virgen.
Termino con un hermoso recuerdo del Hermano Juan escrito por su hermano Antonio: "De todos mis Hermanos y hermanas, el más cercano a mi corazón es sin duda Juan, fue nuestro guía, ... Lo veo nuevamente enseñándonos las oraciones de la mañana y de la noche ... Su ejemplo de vida era fuerte, su testimonio era fervoroso y convencido ... Estaba atento y cercano a los jóvenes: siempre tenía en el bolsillo dulces que ofrecía a los niños, sabía hacer cosas sencillas trucos para entretener y llamar la atención; … en España, vagando entre las familias de los barrios humildes, bromeaba con alegría y compartía la mesa pobre ... Juan comunicaba con delicadeza y calidez, poseía una fe convencida, hablaba con firmeza, humildad y mucho respeto: naturalmente era un ejemplo vivo de amor cristiano”.
Dejemos que el Hermano Juan desde el cielo interceda por nosotros ante Dios para que realicemos su voluntad y nos conceda la fuerza para enriquecer al mundo con nuestro testimonio y buen ejemplo. ¡Saludos a todos!
PROFILO DI FRATEL GIOVANNI VACCARI
VAI AL VIDEOCLIP DI PRESENTAZIONE
CONDIVIDI GUANELLA - GESÙ - GIOIA
Disegni, Grafica e Realizzazione - ANTONELLA SARDIELLO (GC)
Supervisione - GUSTAVO DE BONIS (SdC)
Color Correction - AURORA STANO
23 TAVOLE A COLORI CON TRADUZIONE IN INGLESE - SPAGNOLO - PORTOGHESE- RUMENO - 52 pp.
PER INFORMAZIONI:
TEL. 06.6575311
E-mail: nuovefrontiere@guanelliani.it
Dear confreres,
Our holy Founder’s Feast is at hand! Together with the desire for a devout and creative celebration that each of you will hold in the proper community and mission stations, I wish to join each of you also with an exhortation, which seems to be more obvious and urgent than ever for the time which we are living, a time of evaluation, in the light of the holiness of our Father and Founder, of our personal and community holiness.
Since a long time, in the tradition of the Church and particularly in this time Pope Francis urges us to rethink the holiness of our lives as consecrated people starting from humanity. Just abandoning methods, behaviors, signs that today are incomprehensible to the people whom we approach. That is, giving sense in the present world with characteristics that could become an understandable and usable path for our time, bearing valid answers to the current question of the meaning that dwells in the heart of humanity.
Certainly, many will be amazed themselves: is the consecrated lifestyle of our first confreres no longer valid today? Is the witness we offer enough, to the people today, even though we carry out our ministry with difficulties and many disappointments?
For the above said provocations, my answer is: not enough!
We must adapt ourselves to the needs of today's world language, just to be a sign, an orientation, an aid to the people’s personal holiness. It is no longer satisfactory according to the mission of consecrated life witnessed always during the centuries, it does not satisfy anymore to go on with an inappropriate communication, behaviors, ideas that people today do not understand!
We too, like other religious institutes, should be capable to announce that we are living according to Fr. Guanella’s teachings, but not like Fr. Guanella’s time. Today's world demands other ways of approach from us. As a matter of fact, the scarcity of vocational responses present in our Provinces, which could be motivated by this misunderstanding of an inappropriate communication between us and today's world.
I refer only to the propositional results of a study on this topic that the magazine «Testimoni» (witnesses) presented in its pages as "New Perspectives of Spiritual Life". I leave it to you to read the analysis and comparisons in your respective communities for a meaningful reflection. In fact, I think it is also a duty for us Guanellians to establish a comprehensive dialogue with the people today.
In Italy, with «third-sector law»1, we are studying new ways of managing works and structures. I am convinced that it is a favorable occasion to leave our religious communities in this reformulation of our mission as consecrated persons. I ask the Founder as a gift at his feast to give us the capacity to believe that this change is necessary. At the same time, to make our gift, even though it’s small, in order that fruitful changes will happen in his Congregation.
Implications of a new paradigm of holiness:
1). “I want the church to be in the streets” Pope Francis mentioned. He has also invited us several times; "to leave" in order to "find". This means that nowadays those forms of discipleship that lead to integration among people are attractive, opening space for new themes of life, happiness, freedom, vulnerability, sensitivity, tenderness, with models of communion that assume characteristics of human and religious values in the areas where we are inserted” (MD Chenu). From this sharing, Religious Life can fulfill its indispensable role among the people of God.
2). Considering spirituality as a successful workshop for humanity. Those forms of life that derives from the Gospel, are truly “spiritual”, which inspires that believing is not restraining humanity, vitality, beauty, spontaneity, indeed they lead them to the plentitude.
3). Having on the ability to arouse an attitude of admiration and awe like the first community in Jerusalem. We must be able to remove the idea that the important virtues are abandonment, submission, painful asceticism, contempt for goods, fear of love, legalistic rigidity. It is not the destruction of the values in the way we grew in the formation, but rather making them acceptable through a peaceful lifestyle, which instills admiration, awe, interest. They are not supposed to generate fear and inability since this kind of formation is too distant and difficult to assimilate among young persons today. For me it seems that the more appropriate word could be “witnessing”.
4). Creating opportunities to discuss new themes of life. For example, happiness, freedom, sensitivity and also pointing out some of the most urgent social virtues, such as responsibility, justice, safeguarding creation, tolerance, peace, etc. These are themes, that Pope Francis frequently evokes. Which contributions are we the Guanellians giving with our lives as consecrated people with our mission as good Samaritans in the questions presented to all humanity by the Church?
5). Becoming “revolutionaries” where the family, education, charity, the promotion of the person, politics, the economy are at risk, where salvation is at stake, not only for people, but also for institutions. It is what Pope Francis asks to Religious Life today. Perhaps in our history as a Congregation we have generally never dealt with this aspect, we always prefer to be men of peace, tranquility, waiting for the serene life. But the prophets who were the “powerful voice” of the Gospel alongside the poor also occasionally appeared among the Guanellians. I remember Fr. Antonio Ronchi, who in the depths of Chile moved the mountains by being the voice of the last obtaining solutions and interests from the powerful people.
Of course, these characteristics do not mean to throw away our original charism, certainly not! But if our communities would be really opened to the territory where they are located and would offer a personal and community testimony availability to these external provocations, without believing that what we do within our services is enough for us, I think that this awakening that everyone expects from Religious life would also shine again in our Congregation.
In the canonical visit and the visits to the communities that I made in these two years, I noticed some beautiful and significant attempts to bring about something new. Go forward with determination and goodwill!
The Church tells us that this is the right way to live our charism, more than ever, because it is a gift from God at the service of humanity today.
I take this opportunity to thank each one of you for your testimony and the effort to live the Guanellian charism and mission. Thank you, confreres, on behalf of the Founder!
I thank you all again for the guanellian ministry you will do with creativity in the forthcoming days, best wishes to you, to the Sisters and Cooperators, to your collaborators and to those who live in our homes, placing your trust in us.
Happy feast of St. Louis Guanella! May he bless us and help us with his protection!
1. ‘Third sector organizations is a term used to describe the range of organizations that are neither public sector nor private sector. It includes voluntary and community organizations (both registered charities and other organizations such as associations, self-help groups and community groups), social enterprises, mutuals and co-operatives So religious congregation could enter in this kind of organization.
Queridos cohermanos,
En la inminencia de la fiesta litúrgica de nuestro santo Fundador, Don Luigi Guanella, junto con los deseos de una celebración devota y creativa que cada uno de ustedes vivirá en su comunidad y misión, también quisiera hacerles llegar mi exhortación, que parecería obvia, pero es más urgente que nunca para el tiempo en que vivimos, tiempo de discernimiento, a la luz de la santidad de nuestro Padre Fundador y de llamada a la santidad personal y comunitaria.
La Iglesia desde hace algún tiempo, y el Papa Francisco de manera muy particular, nos impulsa a repensar la santidad de nuestra vida de consagrados a partir de la humanidad:
- abandonando métodos, comportamientos, signos que hoy resultan incomprensibles para las personas con las que compartimos la vida,
- viviendo nuestra presencia en el mundo de los hombres y mujeres de hoy, con características que sepan convertirse en camino comprensible y útil para nuestro tiempo y sean capaces de dar respuestas válidas a la actual búsqueda de sentido que está arraigada en el corazón de la humanidad.
Seguramente muchos se sorprenderán: pero ¿cómo?: ¿ya no es válido el estilo de vida consagrada que han vivido nuestros padres? ¿Y lo que estamos ofreciendo, quizás incluso con dificultad y muchas decepciones, a la gente de hoy, ¿ya no vale? La respuesta, incluso si duele, es “no”.
Ya no es suficiente: hay que adaptar nuestras vivencias a las necesidades del hombre de hoy para que sean una respuesta, una orientación, un camino para su santidad. Ya no basta con la forma en que siempre se ha vivido la misión de la vida consagrada, y no basta con seguir hablando un lenguaje de signos, comportamientos e ideas que hoy la gente ya no comprende. Nosotros también, como otros Institutos religiosos, debemos poder anunciar con nuestra vida que somos, siempre y más que nunca, fieles a Don Guanella, pero no haciendo las mismas cosas y con las mismas modalidades que Don Guanella. El mundo hoy requiere de nosotros otros mensajes y, quizás, la pobreza de respuestas vocacionales que vivimos en nuestras Provincias y que estamos empezando a encontrar también en naciones donde hasta ahora parecía que todo iba bien, podría estar motivado por la incapacidad de parte del hombre de hoy de entender nuestro “lenguaje”.
Solo menciono los resultados de un estudio sobre este tema que la revista “Testimoni” nos ha ofrecido con el título "Nuove prospettive di vita spirituale - Nuevas perspectivas de vida espiritual". Les dejo a ustedes el empeño de leer en comunidad el análisis con referencia a la realidad de la propria Provincia y me limito a dar algún consejo para intentar un diálogo con la gente de hoy. En Italia, con la ley del “Tercer Sector”1 estamos estudiando nuevas formas de gestionar nuestras obras y estructuras. Estoy convencido de que es una ocasión propicia para interpretar mejor la identidad de nuestras comunidades religiosas con esta remodelación de nuestra misión como consagrados. Le pido al Fundador que como regalo en su fiesta nos dé la capacidad de creer en la necesidad de este cambio y de ofrecer nuestra contribución, aún pequeña, para que esto también suceda en nuestra Congregación.
Connotaciones de un nuevo paradigma de santidad:
1). Ir al encuentro de la gente donde ella vive. El Papa Francisco nos ha invitado varias veces a "salir" para "encontrar". “Esto significa que hoy en día resultan atractivas aquellas formas de discipulado que nos llevan a integrarnos más con la gente, para abordar y compartir nuevos temas de vida: la felicidad, la libertad, la vulnerabilidad, la sensibilidad, la ternura, mediante modelos de comunión que asumen las características y los valores humanos y religiosos del territorio en el que estamos ubicados” (M.D. Chenu). A partir de este compartir, la Vida Religiosa tiene la oportunidad de actualizar su papel indispensable dentro del pueblo de Dios.
2). Hacer de la espiritualidad un laboratorio de verdadera humanidad.
Son formas de vida espiritual las que, a partir del Evangelio, llevan a las personas a vivir un estilo de vida por el cual creer no es empobrecer nuestra humanidad y disminuir en vitalidad, belleza, espontaneidad, sino hacer estallar éstas en plenitud.
3). Tener la capacidad de despertar una actitud de asombro y de maravilla, como fue la primera comunidad de Jerusalén. Debemos ser capaces de ayudar a la gente a superar la idea de que las virtudes vitales son el ponerse a un lado, la sumisión, el ascetismo del dolor, el desprecio por los bienes, el miedo al amor o la rigidez legalista. No se trata de destruir los valores sobre los que hemos crecido en nuestra formación, sino de hacerlos aceptables a través de un estilo de vida sereno, que infunde asombro, maravilla, interés y aleja el miedo y el sentido de incapacidad para poderlos imitar por considerarlos demasiado lejanos y difíciles de entender para el joven de hoy. Por esto, el verbo que me parece más adecuado para hacernos creíbles a los jóvenes es acompañar con nuestro ejemplo el crecimiento de la fe y en el compromiso cristiano.
4). Concebir espacios de acogida de los nuevos temas de la vida. Por ejemplo, las de la felicidad, la libertad, la sensibilidad y al mismo tiempo señalar a las personas algunas de las virtudes sociales más urgentes, como la responsabilidad, la justicia, salvaguardar la creación, favorecer la tolerancia y la paz. Estos son temas que el Papa invoca a menudo. ¿Qué apoyo estamos dando los Guanellianos con nuestra vida de consagrados y nuestra misión de “Buenos Samaritanos” acerca de estos temas que la Iglesia propone a toda la humanidad?
5). Ser “revolucionarios” cuando y donde está en juego la familia, la educación, la caridad, la promoción de la persona, la política, la economía, donde está en juego la salvación no sólo de las personas sino también de las instituciones. Esto es lo que hoy pide el Papa Francisco a la vida religiosa. Quizás en nuestra historia como Congregación en general nunca hemos puesto de relieve este aspecto; siempre hemos preferido ser hombres de paz, de tranquilidad, y de serena confianza. Pero, en nuestra historia, ha habido también Guanellianos profetas que han sido una "voz fuerte" del Evangelio en favor de los pobres. Les recuerdo, por ejemplo, a P. Antonio Ronchi, quien en lo más profundo de Chile movió las montañas para llevar la voz de los últimos a los grandes de la historia y que a su manera siempre ha obtenido respuestas y atención.
Por supuesto, estas características no significan deshacerse de nuestro carisma original, ¡Ciertamente no! Pero si nuestras comunidades estuvieran verdaderamente abiertas al territorio donde están ubicadas y ofrecieran con su testimonio personal y comunitario su disponibilidad a las provocaciones externas, con el convencimiento de que lo que ya hacemos con nuestros servicios al interior no puede ser suficiente hoy, creo que este despertar que todos esperan de Vida Religiosa volvería a brillar también en nuestra Congregación.
En la visita canónica y en las visitas a las comunidades realizadas en estos dos años ya he notado algunos significativos intentos para hacer brotar algo nuevo. ¡Adelante con determinación y buena voluntad! La Iglesia nos dice que esta es la forma correcta de vivir nuestro carisma, hoy más relevante que nunca, porque es un don de Dios al servicio del hombre de hoy.
Aprovecho para agradecer a cada Cohermano por su testimonio y compromiso en vivir el carisma y la misión guanellianos. ¡Gracias cohermanos en nombre del Fundador!
Gracias a todos ustedes por vuestra creatividad; mis mejores deseos a Ustedes, las Hermanas, a los Guanellianos Cooperadores y a quienes viven y obran en nuestras Casas por depositar su confianza y colaborar con nosotros.
¡Feliz Fiesta de Don Guanella! Que sea él quien nos bendiga y sostenga con su protección.
1. Conocido también como Economía social, incluye a cooperativas, empresas de trabajo asociado, Sociedades Laborales, organizaciones no lucrativas, asociaciones caritativas, empresas de inserción, mutuas o mutualidad y microemprendimientos asociativos.
Caríssimos coirmãos,
Na iminência da festa litúrgica do nosso santo Fundador, P. Luís Guanella, juntamente com o desejo de uma celebração devota e criativa que cada um de vocês realizarão em cada comunidade e missão, desejo chegar a cada um de vocês também com uma exortação, que parece dado como certo, mas é mais urgente do que nunca para o tempo em que vivemos, um tempo de avaliação, à luz da santidade do nosso Pai Fundador, da nossa santidade pessoal e comunitária.
A Igreja há algum tempo, e o Papa Francisco de jeito muito particular, nos estimulam a repensar a santidade de nossa vida de consagrados a partir da humanidade; abandonar métodos, comportamentos, sinais que hoje são incompreensíveis para as pessoas com quem convivemos, ou seja seguir o nosso estar presente no mundo dos homens e mulheres de hoje, com características que podem tornar-se um caminho compreensível e utilizável para o nosso tempo e são capazes de dar respostas válidas à atual questão do significado que mora no coração da humanidade.
Certamente muitos ficarão maravilhados e se perguntarão: o estilo de vida consagrada de nossos padres não é mais válido? O testemunho que oferecemos, talvez com dificuldade e muitas decepções às pessoas de hoje é suficiente?
A resposta, mesmo que doa é não!
Já não é suficiente, deve se adaptar às necessidades do homem de hoje para serem uma resposta, uma orientação, um caminho para a sua santidade pessoal. Já não é satisfatória como sempre foi vivida a missão da vida consagrada, não satisfaz continuar a falar uma linguagem de sinais, comportamentos, ideias que as pessoas de hoje já não compreendem!
Também nós, como outros institutos religiosos, devemos poder anunciar com a nossa vida que estamos sempre e mais do que nunca com o Pe. Guanella, mas não como o Pe. Guanella. O mundo de hoje exige de nós outras mensagens e a pobreza de respostas vocacionais também em nossas Províncias, agora em todas elas, de fato, começamos a encontrá-lo também na África, na Índia, onde até agora parecia que tudo ia bem, também poderia ser motivado por esse mal-entendido de linguagem entre nós e o homem de hoje.
Refiro apenas os resultados propositivos de um estudo sobre este tema que a revista Testimoni apresentou em suas páginas como "Novas Perspectivas de Vida Espiritual". Deixo a vocês a leitura da análise e comparação nas respectivas comunidades, acho um dever também para nós guanellianos, e só dou conselho conclusivo para tentar um diálogo abrangente com o povo de hoje.
Na Itália, com a lei do “terceiro setor”1, estamos estudando novas formas de gestão de obras e estruturas. Estou convencido de que é uma ocasião propícia para partir de nossas comunidades religiosas nesta reformulação de nossa missão de pessoas consagradas. Peço ao Fundador que como um presente na sua festa nos dê a capacidade de acreditar que esta mudança é necessária e de dar a nossa contribuição, mesmo que pequena, para que isso também aconteça na sua Congregação.
Conotações de um novo paradigma de santidade:
1). Encontrar pessoas em suas ruas. O Papa Francisco nos convidou várias vezes: "sair" para poder "encontrar". “Quer isto dizer que hoje em dia são atrativas aquelas formas de discipulado que levam à integração entre as pessoas, abrindo espaço para novos temas da vida, felicidade, liberdade, vulnerabilidade, sensibilidade, ternura, com modelos de comunhão que assumem características e valores humanos e religiosos do território onde estamos inseridos ”(MD Chenu). A partir desta partilha, a Vida Religiosa tem a oportunidade de realizar o seu papel indispensável no meio do povo de Deus.
2). Considerar a espiritualidade como um laboratório de bom sucesso da humanidade. São espirituais, pois, aquelas formas de vida que a partir do Evangelho levam a ser pessoas, em cujo modo de vida transparece que crer não é refrear à humanidade, vitalidade, beleza, espontaneidade, mas antes “explodi-las” em plenitude.
3). Ter a capacidade de despertar uma atitude de admiração e de assombro. Como a primeira comunidade de Jerusalém. Devemos ser capazes de ajudar a eliminar a ideia de que as virtudes vitais são o abandono, a submissão, a ascética dolorosa, o desprezo pelos bens, o medo do amor, a rigidez legalista. Não é a destruição dos valores sobre os quais cresceu a nossa formação, mas sim torná-los aceitáveis através de um estilo de vida pacífico, que infunde admiração, assombro, interesse e não gera medo e incapacidade de imitar porque é muito distante e difícil para o jovem de hoje compreender. Acompanhar por exemplo, parece-me o verbo mais adequado.
4). Criar espaços para debater os novos temas da vida. Por exemplo, felicidade, liberdade, sensibilidade e ao mesmo tempo indicar às pessoas algumas das virtudes sociais mais urgentes, como a responsabilidade, a justiça, a salvaguarda da criação, a tolerância, a paz. São temas que o Papa frequentemente evoca. Que apoio nós, guanelianos estamos dando com a nossa vida de consagrados e com a nossa missão de bons samaritanos nas questões propostas a toda a humanidade pela Igreja?
5). Tornar-nos «revolucionários» onde está em jogo a família, a educação, a caridade, a promoção da pessoa, a política, a economia, onde está em jogo a salvação, não só das pessoas, mas também das instituições. É o que o Papa Francisco pede à Vida Religiosa hoje. Talvez na nossa história como Congregação geralmente nunca tenhamos tratado este aspecto, sempre preferimos ser homens de paz, tranquilidade, à espera do sereno. Mas os profetas que foram a “voz forte” do Evangelho ao lado dos pobres também surgiram ocasionalmente entre os guanellianos. Lembro Pe. Antonio Ronchi, que nas profundezas do Chile moveu as montanhas para ser voz dos últimos aos grandes da história e a seu jeito sempre obteve respostas e atenção.
Claro, essas características não significam jogar fora nosso carisma original, certamente não! Mas se nossas comunidades estivessem realmente abertas ao território onde se situam e se oferecessem em testemunho pessoal e comunitário disponibilidade a essas provocações externas, sem acreditar que o que fazemos dentro de nossos serviços é suficiente para nós, acho que esse despertar que todos esperam da Vida Religiosa voltaria a brilhar também em nossa Congregação.
Na visita canônica e nas visitas às comunidades que fiz nestes dois anos, notei algumas tentativas bonitas e significativas para fazer surgir algo novo. Avante com determinação e boa vontade!
A Igreja nos diz que este é o jeito certo de viver o nosso carisma, mais atual do que nunca, porque é um dom de Deus ao serviço do homem de hoje.
Aproveito para agradecer a cada coirmão pelo testemunho e o esforço em viver o carisma e a missão guaneliana.
Obrigado coirmãos em nome do Fundador!
Agradeço de novo a todos pelo que farão de novo, os melhores sentimentos para vocês, para as Irmãs e Cooperadores, para seus colaboradores e para aqueles que moram em nossas casas, depositando sua confiança em nós.
Feliz festa de São Luís Guanella! Que ele nos abençoe e nos ajude com a sua proteção!
1. A Economia Social constitui a esfera do chamado terceiro setor, sendo o primeiro setor, o setor público (Estado, Governo); sendo o segundo setor, o setor de empresas privadas, Nesta sequência de ideias, a Economia Social ou Terceiro Sector pode eventualmente substituir a ação do Estado ou ser um prolongamento deste na implementação de suas políticas sociais. Basicamente inclui dois tipos de organizações: aquelas que funcionam como empresas, embora não visem ao lucro (liminarmente relacionadas com o movimento cooperativo), e as organizações privadas mantidas por donativos, quotizações, trabalho voluntário, doações e recursos públicos, tais como associações e fundações.
- Una finestra per affacciarsi sul tanto bene che il Signore nella sua Misericordia e Provvidenza sta operando ovunque nei cinque continenti dove Lui è all’opera servendosi anche delle nostre mani e della nostra povertà
- Una finestra non sol per spaziare su un vasto orizzonti ma soprattutto per lasciare circolare in tutti i nostri ambienti, comunità e famiglie il vento di un rinnovato spirito missionario che ci cambia dentro e ci sospinge ad uscire, ad ascoltare, osservare, sentire fare sempre più nostro il grido dei poveri che sono anche oggi, come agli inizi della missione della Chiesa, un’eco speciale della voce di Gesù .
- Una finestra aperta e da non chiudere mai. Una nuova opportunità per spalancare la vita , costruire ponti, abbattere muri, e per portare ciascuno il proprio mattone al fine di edificare un mondo un po’ diverso da quello in cui ci troviamo , un mondo che rifletta il sogno di Dio e che porti visibili i segni della Redenzione , segni di vita nuova e di resurrezione . Dovunque, in tutti, a cominciare da me, da te …
- La finestra diventerà sempre più bella e luminosa se la cerchi, ti affacci , ti lasci vedere, ti lasci incontrare e coinvolgere nell’ avventure della missione … Il resto lo lasciamo fare a LUI !
Padre Luigi
Principi ispirativi
- La Chiesa è missionaria per natura. Se non lo fosse non sarebbe la Chiesa di Cristo ma un’associazione tra molte altre che ben presto finirebbe con l’esaurire il proprio scopo e scomparire…
- Mediante la missione della Chiesa è Gesù Cristo che continua ad evangelizzare e agire. Mediante la proclamazione del vangelo Gesù diventa sempre nuovamente nostro contemporaneo. La sua resurrezione non è una cosa del passato: contiene una forza di vita che ha penetrato il mondo.
- Il mondo ha essenzialmente bisogno del vangelo di Gesù Cristo. Egli attraverso la Chiesa continua la sua missione di Buon Samaritano curando le ferite sanguinanti dell’umanità; e di Buon Pastore, cercando senza sosta chi si è smarrito per sentieri contorti e senza meta.
- E grazie a Dio non mancano esperienze significative che testimoniano la forza trasformatrice del vangelo.
(Papa Francesco: Messaggio per GMM 2017)
Perché un Centro di Animazione Missionaria di Congregazione.
- Per aiutarci a tenere desta e irrobustire in tutta la congregazione la gioiosa consapevolezza e responsabilità di partecipare nella Chiesa e con la Chiesa alla missione evangelizzatrice di Gesù, missionario del Padre, buon samaritano e buon pastore; missione assunta con passione e audacia da don Guanella e a noi partecipata dallo stesso Spirito.
- Per coltivare in ogni nostra comunità, come anche nella Chiesa e sul territorio in cui siamo inseriti, la passione missionaria che allarga lo sguardo e il cuore su orizzonti sempre più vasti, chiamando a uscire dai propri recinti, a offrire disponibilità a mettersi in gioco per contribuire concretamente e in vari modi a “fare della carità il cuore del mondo”.
- Per raccontare e diffondere, con l’umiltà dei servi e lo stupore dei ‘piccoli’, quanto la Provvidenza nel mondo intero ci fa vivere alla scuola dei poveri, dando testimonianza di persona alla forza trasformatrice del vangelo.
- Per promuovere e allargare la rete di solidarietà a sostegno delle nostre comunità in missione nel sud del mondo o “nelle periferie’, da dove il grido dei poveri non protetti sale più forte e urgente.
Nasce in risposta a una specifica istanza del recente XX Capitolo Generale che nella Mozione 12, votata e approvata, così si esprime:
“Si dia vita al Centro di Animazione Missionaria Guanelliano (CMG) come organismo dipendente dal Consiglio Generale che serva a stimolare, sostenere e diffondere la sensibilità e la spiritualità missionaria in tutte le aree geografiche della Congregazione, mettendosi in rete con le Province.”
Come organismo del Consiglio Generale si pone e agisce nella prospettiva del “think globaly,act localy”, interagendo costantemente dal centro con tutte le realtà della vasta geografia della congregazione, interloquendo concretamente con le Province\Delegazioni tramite i loro rispettivi Referenti per l’animazione missionaria.
Giornata Missionaria Guanelliana Ultime News
Via Crucis nelle Solomons Un riparo per i "Senza Fissa Dimora" di Iasi Filippine: un nuovo avamposto della Missione
Lettera del Superiore Generale Nasce il Centro Missionario Guanelliano Naviganti Fiduciosi e Coraggiosi
Campodolcino: lancio della PMG Dalle Isole Solomon
Resp: UCHE Sac. Desmond Ifesinachi
Lindenstrasse, 26
D-75175 Pforzheim (Baden-Württemberg) - Diocesi di Friburgo - GERMANIA
Sankt Alois Guanella Mission
Email: guanelliani.germania@t-online.de